sábado, 31 de marzo de 2012

Segunda Carta De Apreciación

Droga que me mientes en vena,
que me sonríes ciega...

- Sol, ¿de verdad merece la pena,
  dejar a la luna durmiendo,
  cayendo la nieve fuera?

Sentada en la acera,
tierna, dormilona y agazapada
entre baldosas pisadas llenas de monedas
piensa:

- No necesito más
  de lo que el propio brillo de mis ojos
  me presta... Sólo un inciso:
  vistos los deseos del ser humano y listo.

Y la luna
no volvió a inquietarse en su cuna.

Sólo dejó
que el aleteo del vuelo de los pensamientos
hiciera de su triste figura,
una luna bella, a más, su bella ternura.

Droga que me mientes en vena,
que me sonríes ciega...



                                                                            Alejandro Victoria Romero

Primera Carta De Apreciación

No soy quien dice ser
soy mentor de mis momentos,
sol de brisa pálida,
un amigo más del viento.

Busco entre mil reyes
a ese dios que incrimine,
que diga a ciencia cierta
qué amo yo, y lo elimine.

Sin ser sorbito tierno
en la locura de mis sueños,
sin ser el brazo en alto
de ese son de comuneros.

Que aboga al cielo,
que mira al espejo,
que quiere dar misterios
al mas ciego que los cure con desvelo.



                                                                                     Alejandro Victoria Romero

jueves, 15 de marzo de 2012

Alma

Recuerdame en la luna
como un sol a oscuras
cuelgame de los percheros
que cuelgan tu mirar.

Abrigos de piel madura
que saben del bien hablar
que saben reir sin rendirse
al estrago del mar.

Supera los mareos del enredo
que te dan sin ataduras
para anudarse al nudo corredizo
que busca su mal hablar.

Si ven la madera royendo
con dientes de blanco mar
se sube al tejado de su casa
para verlos bailar.

 Las lagrimas de cristal
como gotas de agua al llorar,
transparentas los nudillos
de todos mis bolsillos
que no se paran a coser ya.
El surco de una mota de serrín
sueñan, no envuelvan en trajín,
que le palpitan las alas,
que al viento tiene que salir.

Reflejos a lo lejos
de la luz susurra
sentada en las ventanas
terciopelo que se vende en su mirar.

Cantaba sumida en la risa
que a trapos le hacia recordar
la rosa se asienta en el centro
no al borde del mar.

                                                                              Alejandro Victoria Romero

martes, 13 de marzo de 2012

Recuerdos Del Décimo Mes

Se asoma con sigilo
a las puertas del corazón abarrotadas.
Intenta acariciar con su sonrisa
los pasitos que se van.

Le juran por dios y la luna,
que nunca se echó atrás,
que estaba detrás esperando
a verlos llegar.

Envuelve con sus brazos
los regazos de la noche
en cantinelas.
Para ahuyentar los sueños
que de pequeño
le hacían llorar.

Duermen los cisqueros invernales
a cientos de ruidos sin despertar,
ceñidos al abrigo de una piel que evade
las trencas de recuerdos en sonrisas de soñar.

Balbucean los pétalos carnales
acerca del tiempo que va a pasar,
cimbrean las historias jornales
con flores de cemento y polvo de azahar.



                                                                                        Alejandro Victoria Romero.



27 Vidas

Pitagoras De Samos dijo una vez: " Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón."

La vía por la cual cada ser humano busca el concilio con su alma puede ser incorrecta en muchos casos y acertada en otros sin contar con la aceptación engañosa. Palabra, sonido y gesto muestran cielo y vida para los creyentes; muerte y desolación para los pesimistas; sueño y aspiración para los demandantes y el ánima de los amantes. Mas, si no fuera porque, existen referencias a las que aferrarse, las personas estarían perdidas.

A ésto se atañe la esperanza debida. Al fin y al cabo, no se me podrá negar la existencia inmediata de al menos, una 27 VIDAS...